Noche de libros y rimas

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Por Sebastián Cabrera de el diario EL PAIS de Montevideo, Uruguay. Publicado el sábado 11 de agosto del 2012

Logo el pais«De golpe la lluvia me trajo a la tierra / ese mar en fracciones refresca las ventanas de mi pecera / descansan las gotas en el vidrio / un perfecto cielo gris abotonado de estrellas», lee Martín Ubillos, un montevideano de 31 años. Y lo escuchan, en silencio, unas treinta personas, algunos de ellos escritores y músicos de Colombia, Venezuela, Puerto Rico y Argentina. Es una calurosa noche de verano y todos están en la vereda frente a la librería Barco de Papel, un lugar vinculado a la cultura latinoamericana, en Queens, el segundo distrito más poblado de Nueva York.

Uno de ellos es Miguel Algarín, poeta puertorriqueño y fundador del Nuyorican Poets Café, que funciona desde hace 35 años en Manhattan y al que Allen Ginsberg definió alguna vez como «el lugar más integrador del planeta». Ubillos termina de leer. Le cede el micrófono a otro poeta. Lo que allí sucede es un nuevo capítulo de «Shhh», un ciclo de lectura de poesía que nació en Montevideo, y que él «exportó» a Nueva York, aprovechando que -en su faceta de productor- presentó allí el documental Aves de paso, que narra la historia de dos jóvenes cantautores uruguayos.

Cada vez hay más ciclos nocturnos de poesía. En Montevideo ahora hay al menos cuatro lugares donde se leen poemas. Algunos de ellos son boliches donde habitualmente predomina la música fuerte y el ruido. La historia de «Shhh», se arrastra a octubre de 2007, cuando Ubillos acababa de leer un libro de Gabriel Richieri y viajaba en tren desde Tigre a Retiro en Buenos Aires. «Tenía una liberta a mano y una lapicera», relata. «Y de la nada escribí cuatro poemas». Unos meses después nació la «Com.Pro.Per (Comisión Pro Pérdida)», un grupo que realizaba jornadas artísticas en una casona de la calle Isla de Flores, donde él vivía con dos amigos. Había escritores y músicos invitados. Iban amigos y amigos de amigos. «Sacábamos los muebles del living, invitábamos con vino casero, pan y manteca con ajo y orégano», dice. «Llegó a haber 70 personas que daban vuelta por nuestra casa».

En 2010 la Com.Pro.Per se mudó a Living, el boliche de Paullier y Prato, con «Shhh», todos los domingos de noche. «Un boliche como el Living es para ir a tomar y escuchar música alta. A priori no era el mejor ambiente. Pero la experiencia fue increíble: la gente escuchaba», cuenta Ubillos. «Cuando alguien se ponía a hablar en medio de una lectura, muy amablemente se le pedía un poco de respeto».

En Nueva York Ubillos leyó sus poemas en cinco sitios distintos. Y organizó «Shhh» en Barco de Papel (shhh-ny2012.blogspot.com), una librería que es propiedad del cubano Ramón Caraballo y donde de noche se reúne habitualmente el colectivo Poetas de Nueva York.

En Montevideo el ciclo más antiguo de los que están en pie es La Pluma Azul, que surgió en 2005 y funciona en Boulevard Sarandí, un hostel ubicado en Sarandí y Zabala. Las tertulias se hacen una vez al mes y se convoca a escritores, principalmente poetas, pero también músicos y performers.

La Ronda de Poetas, en tanto, funciona todos los jueves desde las nueve de la noche en Cheescake, al lado del boliche La Ronda, en la calle Ciudadela. El ciclo arrancó en 2006. El Farolito tiene sede en Mundo Afro, en Ciudadela y Soriano, y abre el primer martes de cada mes. La novedad es el ciclo que comenzó en agosto en la librería El Inmortal (Tristán Narvaja 1533). El primer viernes de cada mes, la apuesta será a la lectura de poemas entre libros, luces tenues y, claro está, algo para tomar.

 

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