Victoria Estol y Sebastián Pedrozo

“El bicho bola o bolita o Armadillium vulgare, tiene la capacidad de enrollamiento, de cubrirse con su propia piel ante las amenazas, ante el miedo. Pasado el peligro, comienza a desdoblarse hacia mundo exterior lentamente, saca sus partes blandas y vulnerables para mostrar que sigue vivo y entero.

Este mismo recorrido parece hacer el primer libro de Victoria Estol: los primeros poemas giran gracias a la protección de un hermetismo defensivo que le permite darse contra todo; por eso el título de la sección, “Que me roce un tren”(…)

Ya en la segunda sección, comienza la apertura, su oscuridad interior emerge para poblar las páginas, el poema(…)

La última parte del libro llamada “no está bien que te pique tanto el mismo bicho”, es la más metapoética del libro. En esta sección se alcanza a vislumbrar la existencia mínima de una cotidianeidad plena. El bicho bola ya no se encierra en sí mismo bajo el hermetismo violento, tampoco se metamorfosea en otros insectos cubiertos de tinta; ahora se mira a sí mismo en su pequeña realidad, despojado del caparazón, saca una a una sus patas para, ante todo, contemplarlas él mismo”

“Ningún aspecto de Bicho bola parece dejado al azar. Cada verso se siente como resultado de un proceso de decantación en que es mucho más lo que se ha descartado que lo que llegamos a leer. Los cuidados no son exclusivamente literarios: El libro objeto tiene un nivel de diseño realmente meditado”

“Mientras se lee, no hay necesidad de establecer influencias, generaciones, supuestas especulaciones. Son palabras nuevas, que existen en presente, en la página. Y que cuando terminan, dan ganas de leer más poesía. De cualquier país. En cualquier idioma”
— El País Cultural – Montevideo 24 de agosto del 2012

“La poesía de es concisa, cotidiana y refrescante”
— Búsqueda, Uruguay 20 de septiembre del 2012

(Montevideo, 8 de noviembre de 1977) es un escritor uruguayo de literatura infantil y de literatura juvenil.Es maestro, escritor y fanático de las historias de terror. Ávido lector, sus lecturas inspiradoras son las novelas juveniles de la escritora uruguaya Magdalena Helguera y del escritor inglés Roald Dahl las cuales han influenciado su escritura.Comenzó a escribir casi al mismo tiempo en que recibió su título de maestro. Destaca que considera el hecho de ser docente como el mayor desencadenante en sus comienzos como escritor. Las primeras historias que escribió se las contó a sus alumnos.Además de la labor docente, comenta libros en una revista para educadores y en un diario capitalino, donde combina sus dos pasiones: la lectura y la escritura. Además realiza visitas a Instituciones Educativas en todo el país para presentar su vida como escritor en Uruguay y sus obras.

En el año 2003 su novela Las moscas también tenemos sentimientos, obtuvo una mención en el concurso anual de Literatura del Ministerio de Educación y Cultura, y luego fue publicada en Buenos Aires por El Barco a Vapor. En el 2007, su cuento Cualquier niño del norte recibió el segundo premio en el concurso “Los niños del MERCOSUR” que luego fue editado en Córdoba y traducido al portugués.
En Alfaguara Infantil ha publicado: Historia de un beso (2007), Terror en el campamento (2009), La piel del miedo (2010), Cómo molestar viejas sin ser atrapado (2011), Terror en la ciudad (2012) y Cómo hacer reír a una vieja sin que pierda la dentadura (2013). También publicó Gato con Guantes por RHM (2012). 

Para adultos escribió Hotel Cabildo (2011) y Malas Tierras (2012) en Editorial La propia Cartonera. Y este año publicará en la misma editorial su primer libro de poesía, After Shave